Me levanto, miro a mí alrededor, vomito el recuerdo de cada palabra sin sentido que se ha dicho, cada promesa que me he hecho, cada “es momento de cambiar” o “esta vez lo haré bien”. Finalmente, cuando más crees que en ti, más te desilusionas.
Es momento de purgar esas caricias vacías que no harán más que transformarse en escaras en mi piel…
Acabe, termine, me doy por vencido, soy quien ustedes quieren que sea, soy lo que ustedes creen de mi, ya me canse de pelear por tomar mis decisiones... ustedes ya las tomaron por mi.